Es una afección poco conocida, afecta en mayor medida a la población femenina y puede deteriorar considerablemente la calidad de vida de quien lo padece. Hablamos del síndrome de la boca ardiente, un trastorno complejo y frecuentemente doloroso que se caracteriza por la presencia de un ardor continuo o recurrente en la boca, algunas veces sin causa aparente.
Ocurre con más frecuencia en los adultos mayores de 60 años, aunque tienen más riesgo de padecerlo mujeres mayores de 50 años en etapa perimenopáusica o posmenopáusica. Generalmente, comienza de manera espontánea y suele ser difícil tanto de identificar, como de diagnosticar.
Qué es el síndrome de la boca ardiente
El síndrome de la boca ardiente, también conocido como glosodinia, es un trastorno que causa dolor y ardor persistente en la boca. Esta molestia puede afectar también a la lengua, las encías, los labios, el paladar, el interior de las mejillas o a cualquier zona de la cavidad bucal.
Puede asociarse además a otras afecciones como la xerostomía o sensación de sequedad bucal, la hipersensibilidad de las encías, los labios agrietados, o el hormigueo o entumecimiento de la lengua. Quienes la padecen suelen describir una sensación de quemazón o ardor intenso, casi como si se te escaldara la boca.
La duración de la sintomatología es variable. Puede tratarse tanto de un trastorno transitorio con una duración limitada en el tiempo, como de una molestia crónica que se presente durante meses o incluso años.
Causas y tipos de síndrome de la boca ardiente
En función de su forma de aparición y de su intensidad, el síndrome de la boca ardiente puede clasificarse en dos tipos principales:
- Síndrome de la boca ardiente primario. Aquel en el que las causas no pueden ser identificadas porque no existe ningún problema médico subyacente. Según los expertos, en este caso el síndrome de la boca ardiente puede estar relacionado con problemas del gusto o con daños en los nervios.
- Síndrome de la boca ardiente secundario. Aquel que está causado por una afección médica subyacente y claramente identificable que puede ser tratada para aliviar los síntomas. Las causas de este tipo de síndrome de la boca ardiente pueden incluir:
- Xerostomía o sequedad en la boca.
- Infecciones como la candidiasis bucal.
- Deficiencias nutricionales como la falta de hierro, zinc o tiamina, entre otras.
- Reacciones alérgicas a algunos alimentos.
- Enfermedad de reflujo gastroesofágico.
- El consumo de algunos medicamentos (como los que reducen la presión arterial, por ejemplo).
- Trastornos endocrinos como diabetes o hipotiroidismo.
- El hábito involuntario de rechinar los dientes o bruxismo.
- Irritación bucal por usar pastas de dientes abrasivas o consumir bebidas muy ácidas, por ejemplo.
- Factores psicológicos como ansiedad, depresión o estrés.
Síntomas del síndrome de la boca ardiente
Como ya hemos mencionado más arriba, el síntoma principal del síndrome de la boca ardiente es una sensación de ardor o escozor intenso en la boca. Pero no es el único, también pueden presentarse síntomas como:
- Sensación de boca seca y aumento de la sed.
- Alteraciones en el sentido del gusto. Puede presentarse un gusto amargo o metálico.
- Ardor en labios, encías, paladar y garganta.
- Hormigueo o entumecimiento de la boca.
- Pérdida del gusto.
Estos síntomas pueden ir y venir o presentarse todos los días. En algunas personas el dolor se presenta por la mañana y va empeorando a lo largo del día y, en otras, aparece de forma intermitente.
Tratamiento del síndrome de la boca ardiente
El síndrome de la boca ardiente es un trastorno complejo que es difícil de diagnosticar y que no tiene una única y definitiva manera de ser abordado. Un mismo tratamiento puede funcionar para una persona, pero no para otra.
Por eso, ante los síntomas, es importante consultar al médico o dentista para que pueda examinar a fondo la boca y determinar el procedimiento a aplicar. Si se trata de un síndrome de la boca ardiente secundario, lo normal es tratar el problema médico subyacente para aliviar los síntomas. En otros casos, el odontólogo puede recetar algunos medicamentos para ayudar a controlar síntomas como el dolor o la sequedad bucal.
En cualquier caso, seguir ciertos consejos y cambiar algunos hábitos puede ayudar a mitigar o, al menos, a no aumentar los síntomas del síndrome de la boca ardiente. Algunas de las medidas que se pueden adoptar son:
- Evitar alimentos picantes o muy ácidos.
- Tomar bebidas frías o chupar cubitos de hielo para aliviar el dolor.
- Mantenerse bien hidratado.
- No consumir bebidas alcohólicas.
- Dejar de fumar.
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