El miedo a ir al dentista puede responder a varias motivaciones: el miedo a que el tratamiento duela, el pánico a las agujas o el rechazo a los sonidos y los olores de la clínica dental, que pueden traer malos recuerdos de la niñez.
Sin embargo, las clínicas dentales modernas son ambientes mucho más amigables y e general acudir al dentista es una experiencia más suave, hasta los tornos hacen menos ruido.
Por otro lado muchos dentistas ahora entienden mejor los temores de los pacientes y pueden atenuar su estrés con un trato amable y delicado.
Además, los avances en tecnología han transformado los métodos de la industria, que ahora puede ofrecer tratamientos totalmente sin dolor.
Aún así, aquí te damos 8 consejos para ayudar a vencer la ansiedad de ir al dentista:
1. Encuentra un dentista comprensivo
Puedes preguntarle a tus amigos y conocidos o buscar específicamente un profesional que se especialice en pacientes con ansiedad.
2. Visita la clínica antes de la primera consulta
Antes de pedir tu primera cita, visita la clínica, conoce al recepcionista y al dentista y mira cómo es el ambiente. También puedes informarles de tu ansiedad o fobia para que lo tengan en cuenta para tus futuras visitas.
3. Elige una cita a primera hora de la mañana
Así tendrás menos tiempo para pensar en tu fobia e ir acumulando ansiedad durante el día
4. No llegues antes de tiempo a tu cita
Trata de llegar a la hora en punto para no tener que esperar en la clínica. En la sala de espera puedes sentirte más ansioso ante los sonidos y olores.
5. Planea una primera cita «suave»
No te metas de buenas a primeras en empastes, endodoncias y anestesias. La primera visita puede ser una revisión o una limpieza, y puedes aprovecharla como una manera de conocer un poco más a tu dentista en una visita totalmente libre de ansiedad. Cuando te sientas más cómodo puedes proceder a hacer tratamientos más complicados.
6. Acuerda una señal para avisar que te sientes incómodo
Puedes acordar con tu dentista una señal concreta para indicarle que necesitas un descanso y quieres que pare. Puede ser simplemente señalar con el dedo o levantar la mano pero te hará sentirte más en control.
7. Lleva tu propia música para relajarte y distraerte
No olvides tus auriculares y tu música favorita para relajarte o abstraerte mientras el dentista hace su trabajo. El tiempo se te pasará mucho más rápido y probablemente no escuches tanto los sonidos que te generan ansiedad.
8. Finalmente, si tienes una fobia grave, explora la posibilidad de sedación
Hoy en día es posible hacer tratamientos totalmente sin dolor. Una crema local en las encías puede hacer que no sientas la inyección de anestesia. Pero además hay modernos sistemas de anestesia con una «varita mágica dental» que tiene el aspecto de un bolígrafo y administran la anestesia tan lentamente que el paciente no lo nota.
Si deseas superar tu miedo a ir al dentista ponte en contacto con nuestro equipo, haremos que tu visita sea relajada y satisfactoria.